El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho. (Miguel de Cervantes Saavedra, 1547-1616)




26 de març 2012

La Ilustración

Aquí tenéis un enlace a un power point explicativo (resumido) de La Ilustración

Power point explicativo de La Ilustración

Texto argumentativo


(Deberes de Semana Santa). Aquí tenéis el texto argumentativo que debéis analizar.

Con motivo de las jornadas de la Mujer que estamos viviendo, se habla del divorcio como uno de los privilegios a que ellas o la pareja han tenido acceso. Efectivamente, la democracia trajo muchas cosas, pero las trajo un poco caras. Como dice un gran especialista en el tema, los pobres no se divorcian. Y no se divorcian, en muchos casos, porque no pueden, claro. Aquí estaría la explicación de mucha violencia matrimonial que los periódicos no explican.
El divorcio supone un gran avance social siempre que sea para todos, es decir, barato y fácil. De otro modo, se convierte en un privilegio, en un capricho de millonarios. No ya en un avance social sino en una burla social. El divorcio es caro en sus trámites legales, pero hasta aquí nos parece normal. Lo que sale caro es partir el cocido de una familia en dos, partir el andamio de un albañil en dos (a lo mejor por eso se caen tantos albañiles), partir un donut para cuatro. El divorcio como expresión de libertad democrática frente a las viejas instituciones queda muy hermoso, pero el divorcio caro - me parece que no hay otro-,y con frecuencia carísimo, no supone ningún orgullo democrático,sino un privilegio más que el liberalcapitalismo regala a los ricos. Yo miro el Hola y el Diez Minutos y vienen pocos divorcios de chapistas, barrenderos municipales y peones de albañil. La gente de camiseta no se divorcia.
Las tensiones dentro del matrimonio obrero -o de clase media- pueden ser distintas de las tensiones de la alta sociedad, pero en ambos casos se acumula violencia, y esa violencia acumulada es, como decíamos antes, la causa de muertes y accidentes familiares. El marido suele ser culpable de tales conductas violentas,pero ocurre que un marido con elegante chequera del BSCH, o como sea la sigla, extiende talón nominativo a quien haga falta, y el gesto queda mucho más elegante y educado que el sartenazo habitual.
Aquí, como en tantos otros aspectos de la vida, se habla de machismo, deseducación, abuso y mal vino, porque nos hemos olvidado de don Carlos Marx y el problema de clases. Al fondo de todas estas razones sociológicas lo que hay es una limpia razón económica.El dinero licúa los lazos entre Dios y los hombres, entre los hombres y las mujeres, y encima esto nos tiene muy orgullosos y con cresta de socialdemócratas. Así, ocurre que el financiero multimillonario nunca es acusado de haber dado con la sartén a su santa, porque no le da, y a la hora de juzgar al picapedrero se acude a la brutalidad ingénita del sexo fuerte, ignorado con maldad o ingenuidad el factor económico, que es el único que explica a fondo las rencillas humanas y divinas. Yo les aseguro que un parado con chequera y tarjeta oro se torna inmediatamente un Brummel [hombre famoso por buenos modales y buena educación] y razona con el abogado, con el juez y con su santa y vareada esposa. El dinero es una educación sentimental y, sobre todo, un cosa rápida que va.
Seguiremos siendo socialistas, comunistas, lo que haga falta, mientras sigamos viendo por el Hola, y por la vida misma, el susurrante y deslizante divorcio de las clases altas, que es que parece que van en el AVE. Aquel divorcio que trajimos no ha llegado nunca a los pobres, cuando su pobreza suele ser la causa o justificación de cualquier nulidad. Pero lo bueno del divorcio es que hace muy moderno, eso sí.